Primero, el médico estético escuchara del paciente los resultados deseados, para luego evaluar la apariencia facial y el tono de la piel mediante un examen de las áreas de la cara a tratar, para determinar el producto apropiado para el relleno

A continuación, el médico estético marcara los puntos estratégicos de la cara como guías de los sitios adecuados donde inyectara la sustancia.

Los puntos donde se realizaran la infiltraciones se limpiarán con un agente antibacteriano. Si el paciente es sensible al dolor o son varias zonas, se aplicara un anestésico tópico para adormecer el área. En algunos casos, el relleno facial incluye un anestésico en la mezcla.

Las inyecciones necesarias que se apliquen en la zona a tratar se efectuaran en pocos minutos y sólo unos segundos por cada inyección.

Las marcas que se producen en el tratamiento se eliminaran lavándolas y se ofrecerá una bolsa de hielo al paciente para reducir cualquier molestia leve y transitoria. En este punto se puede aplicar maquillaje, pero con cuidado sin presionar mucho las zonas tratadas. Si lo hace, puede dar como resultado el movimiento del relleno facial.